(1)
Al misterio, al dolor,
a las conjeturas aéreas
tristes y celebres de mi cargo,
debo contarles
que he sido libre a sus espaldas.
(2)
Con las colas del perro
y además de la noche,
la sonrisa es tímida y volcánica.
Yo, un hombre,
yo, un niño,
y el cielo y la realidad.
(3)
Techo en brasas.
El yo niño piensa en lo que debe reir.
Se derrumba el pasillo de los ojos,
el yo niño escribe:
se quedará velando a la inocencia.
(4)
Es indecible y estaba dicho:
un verso sin alas bajo la mesa
encuentra el barrote flojo de toda mente
y se pone a escalar
perfecciones que duelen y ríen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario