juega con las ramas de mis manos
cuando hay lluvia en la calle
se queda colgada en mis bolsillos
para anclarme la locura de los pies
se me va de la piel a veces
con esa libertad que le deseo
ríe sonríe y vuelve se envuelve
con todas mis vidas desabrigadas
pone estos silencios felices
en la inocencia que me queda
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