Verus vita
no se vio el humo nunca pero
siempre una partecita de la casa
se escondía del fuego del grito
sonriendo veía castillos y dragones
que no eran de verdad
botones muertos que siempre sobran
largaron los pantalones
sin semillas de la mañana
a sol abierto la vista entre el pasto
que no era de verdad
una memoria lloró después
un domingo basurita del ojo tuvo hijos
robó horas a esa semana y vida
a las treinta obligaciones del mes
que no eran de verdad
lejos de la chimenea
se tejió un nieto de uniforme privado
o diplomas de buen hombre sin hambre
en la mecedora flaca durante unos meses
no se vieron ya dragones a escondidas
que no eran de verdad